Esta es una de las preguntas más frecuentes que llegan a través de mi web o a mi agencia literaria: “Y ahora que he terminado de escribir mi novela, ¿qué hago con ella?”. Seguro que te ha llevado mucho tiempo, esfuerzo y dedicación poner palabra por palabra de tu historia como para dejarla abandonada en un cajón o en una carpeta de tu escritorio. Deja que vea la luz y que llegue a los lectores. Para ello, tienes dos opciones y te las cuento en este vídeo-post.
“He terminado una cosa”
El primer paso importante de este viaje es definir qué hemos escrito. En ocasiones, terminamos un manuscrito y no sabemos con certeza qué tenemos entre manos. “Tengo una cosa”, decimos, sin saber muy bien por dónde andamos. ¿Es un buen texto? ¿Funciona? ¿Qué fallos tiene? ¿Es aburrido? ¿Merece la pena leerlo? Todas estas dudas nos rondan la cabeza. Así que el primer paso de cualquiera de las opciones que tomes, es buscar a un lector profesional que analice, valore y clarifique las salidas editoriales que puede tener tu novela recién terminada. Un profesional que tenga la capacidad de análisis, que conozca el mercado y tenga experiencia editorial.
A veces, cuando me solicitan presupuesto del servicio de revisión de manuscritos y de lectura editorial, algunos autores me comentan que su círculo más cercano ya ha leído el borrador y le ha gustado. “Se lo he dado a mi madre, a mi prima que es periodista, a un amigo que escribe poesía…” Y yo nunca dudo de que la obra merezca la pena, pero también hay que tener en cuenta que nuestros familiares y amigos nos quieren, no van a realizar un análisis crítico y objetivo de la lectura y es probable que no conozcan el mundo editorial.
Si tienes un dolor de muelas, vas al dentista. Si tienes un problema legal, vas a un abogado. Y si Hacienda te reclama un impuesto, contratas a un gestor fiscal. Pues con la lectura pasa lo mismo, si quieres una opinión profesional, acude a un experto en el tema que te diga si tu manuscrito funciona o no, a qué público puede ir dirigido y si tiene encaje en el mercado editorial.
Una vez que tengas el informe de lectura profesional, verás las cosas más claras y las dudas empezarán a despejarse, sobre todo en cuanto a salidas editoriales se refiere. Y te adelanto que puedes decidir entre dos opciones.
Camino 1. Tienes un unicornio
Los unicornios en la ficción existen, aunque en el mundo editorial son muy raros de encontrar. Cuando digo “unicornio” me refiero a un texto muy potente, con buenas salidas comerciales y que puede tener muchas posibilidades de ser un éxito literario.
Puede ser que hayas escrito un “unicornio” y no lo sepas. Puede que tengas en tu ordenador un bombazo editorial y solo lo sabrás si un profesional lo valora con ojos expertos.
Si esto ocurre, en este camino se abre una bifurcación. ¿Qué dirección tomar? Puedes hacer tú todo el trabajo, es decir, contactar con las editoriales afines a tu manuscrito, hacer una carta de presentación, una sinopsis, una propuesta de ventas para el editor… Y llamar a puerta fría a las editoriales para que lean tu manuscrito. O puedes dirigirte a una agencia literaria. Un agente literario se encarga de representar los intereses del autor y su obra y mover el manuscrito entre las editoriales que puedan estar interesadas. Es decir, es el que hace el trabajo de representar y vender la obra.
Te lo confieso, ambas bifurcaciones de este camino son bastante frustrantes. Te lo digo de antemano para que no tengas falsas esperanzas. Es un viaje largo, arduo, pesado, plagado de negativas, en el que vas a tener que poner a prueba tu resiliencia y otras habilidades fundamentales de un escritor. Puede que el final del trayecto acabe en triunfo, pero va a ser muy duro.
Camino 2. Yo me lo guiso, yo me lo como
Puede ser que esta segunda opción ya te la haya adelantado el lector profesional en su informe. Te haya comentado que tu manuscrito es difícil que encuentre una salida editorial tal y como está concebido el mercado actual, enfocado a la venta comercial mayoritariamente, en géneros estancos y para determinados públicos objetivos. El camino que deberías tomar entonces es la autopublicación. Hay muchas empresas que se dedican a corregir, maquetar, diseñar la portada e imprimir los ejemplares de tu novela que quieras.
Este es un camino más sencillo e igual de válido que el anterior. En este caso tú pagas a esa empresa para que haga todo el trabajo. Ahora bien, el principal inconveniente es la distribución. Los ejemplares llegarán a tu casa y tendrás que hacer tú toda la labor de venta, promoción, logística, envío… No tendrás el respaldo de una editorial que esté vendiendo el libro que ha editado y por el que está apostando.
Ahora dale al play si quieres más detalle sobre qué hacer con tu novela recién terminada. Y déjame un comentario aquí o en mi canal de YouTube si tienes alguna duda o consulta.
Espero que este vídeo te sirva de utilidad y muchísimas gracias por verlo.
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