Poner el punto final a una historia, ya sea un relato o una novela, tiene mucho mérito. Si además, el desenlace es redondo, mejor que mejor. En este post te comparto qué son los finales redondos para tus historias de ficción.
Pero, ¿qué es el final? Es el desenlace, la unión de todas las tramas que has ido desarrollando en tu historia, donde todas las fuerzas contrapuestas y obstáculos se resuelven, donde el personaje protagónico ha concluido su transformación, donde todas las aguas bravas del relato vuelven a su cauce.
Finales redondos
Podemos decir entonces que los finales redondos son aquellos que concluyen, que atan todos los hilos de la historia, pero al mismo tiempo están lo suficientemente abiertos para que el lector pueda imaginar qué podría suceder después. David Lodge en su libro sobre técnica narrativa titulado “El arte de la ficción” dice lo siguiente sobre los finales: “Para los novelistas victorianos el final resultaba particularmente problemático, porque lectores y editores les presionaban para que fuese feliz. El último capítulo se llamaba en el negocio editorial wind-up, ‘liquidación’; Henry James lo describía con sarcasmo como ‘un reparto, por fin, de premios, pensiones, maridos, mujeres, bebés, millones, párrafos añadidos y frases alegres’. El mismo James fue pionero del final ‘abierto’ característico de la ficción moderna: más de una vez puso punto final a sus novelas en medio de una conversación, dejando en el aire una frase, con la resonancia, pero también con la ambigüedad que eso implica”.
Huir de los clichés
En la actualidad, los finales very very happy son un cliché, un estereotipo del que hay que huir. Por ejemplo, finales cerrados del tipo “se casaron, fueron felices y comieron perdices” o finales en los que el malo malísimo muere. Los finales abiertos son como la vida, que siempre continua, a pesar de los obstáculos e incluso de la muerte. Así, haces partícipe de tu historia al lector y le dejas abierta la posibilidad de imaginar qué podría haberle pasado a tu personaje más allá de ese momento que le has contado. Los buenos finales son un nuevo comienzo.
Escribir primero el desenlace
Y para terminar, un apunte de técnica que yo suelo utilizar cuando escribo relatos. Nada más comenzar a escribir, tengo en mente ya el final. Al menos sé cómo quiero que termine el personaje de mi cuento, con qué emoción, en qué situación o qué sensación quiero que se quede el lector. Eso actúa como un GPS: el comienzo es el punto A y el destino el punto B al que quiero llegar. Si sabes dónde quieres llegar, te resultará más fácil poner el punto final.
Ahora dale al play si quieres conocer más en detalle qué son los finales redondos para tus historias de ficción. Si esto te resuena, por favor déjame un comentario más abajo.
Espero que este vídeo te sirva de utilidad y muchísimas gracias por verlo.
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5 responses on "Finales redondos para tus historias de ficción"
Incluso están los que creen que la vida continúa más allá de la muerte de ellos mismos, la reencarnación y demás mamadas estilo David Copperfield 😆
Incluso están los que creen que la vida continúa más allá de la muerte de ellos mismos, la reencarnación y demás mamadas estilo David Copperfield 😆.
Los finales abiertos, que interesantes. Muy buen post.
Jajajaja, sí, la vida continua, y quién sabe, a lo mejor esto es una reencarnación infinita.
¡Gracias, Juan Pablo!
Gracias Nuria por compartir tus conocimientos. Llevaba mucho tiempo buscando información realmente valiosa para mi ejercicio de escritora y en tu blog la he encontrado.
Muchas gracias, María. Comentarios como el tuyo me animan a seguir compartiendo contenidos. Me alegro de que te resulte útil. Ponte un abrazo.