¿Qué tienen en común el Doctor Jekyll, el hombre lobo y Norman Bates? A simple vista podría parecer que nada, pero la realidad es que estos tres pintorescos personajes literarios y cinematográficos son arquetipos, y además son también protagonistas de una misma historia: el argumento universal del ser desdoblado.
La figura del doble
La figura del doble se ha asociado en la tradición literaria clásica al tema de la identidad, la muerte y el lado oscuro que todos tenemos. Aunque a veces el recurso se ha utilizado para crear comedias de enredo, tipo los hermanos gemelos que se intercambian las parejas o que son separados al nacer y viven en ciudades distintas, casi siempre tiene una connotación maligna, diabólica y siniestra.
Antecedentes: El mito de Narciso
Este desdoblamiento se remonta al mito de Narciso, ese adolescente insensible al amor y fascinado solo consigo mismo. Tan enamorado está de su reflejo en las aguas del estanque que cae en él y muere ahogado. Luego lo utilizaron autores de literatura fantástica o de terror como E.T.A. Hoffmann o Edgar Allan Poe. También F. Dostoievski en su novela “El doble”. Cada autor ha ido adaptando este argumento en función de su época y su estilo.
Tres protagonistas de una misma historia
Pero los tres protagonistas encarnan la misma historia: un ser bondadoso con una vida aparentemente normal, que se transforma por las noches en un monstruo horrible, sediento de sangre.
El tema del doble como desdoblamiento de un ser único parte de la formulación clásica de la novela corta de R. L. Stevenson: “El extraño caso del Doctor Jekyll y Mr. Hyde”. Esta obra nos habla de la naturaleza dual del alma. Los experimentos del médico le conducen a la creación de un alter ego maligno, Edward Hyde, que escapa a su control y se dedica a matar. Esta historia, escrita en 1886, denuncia la hipocresía moral de la sociedad victoriana: un médico puritano y reprimido que libera sus inclinaciones malignas y no sujetas a la coacción de una cultura civilizadora. Más tarde los psicoanalistas le pondrían nombre a este término: el ello reprimido socialmente.
La bestia cinematográfica
Muy vinculada al cine aparece la figura del hombre lobo que entronca con otro arquetipo de la tradición griega: Licaón. Este personaje, al negarse a ofrecerle a Zeus sacrificios humanos, fue castigado y convertido en lobo junto a su familia. En noches de luna llena se metamorfosea en una bestia sangrienta. De nuevo tenemos la misma historia que en Stevenson, un ser respetable a la luz diurna que se transforma en un alter ego impulsivo y horripilante por las noches. Una criatura sin represiones culturales que se dedica a matar, igual que Mr. Hyde.
La figura del psicópata: Norman Bates
Alfred Hitchcock, en su obra maestra “Psicosis”, reinventa la historia para mostrarnos al personaje de Norman Bates, un psicópata que representa al perfecto Hyde, hijo del experimento de su Jekyll familiar (una madre monstruosa a la que ha asesinado, pero que sigue dentro de su cabeza). Norman, al igual que Jekyll, vive cada vez más poseído por su Hyde materno. Cobra vida en los diálogos esquizofrénicos que tienen lugar en ese cuarto de la icónica y terrorífica mansión que la cámara del director de cine no llega a mostrar nunca.
Como ves, el argumento es prácticamente similar, aunque cada escritor o director haya dado una vuelta de tuerca a la historia para llevarla a su terreno. Tú puedes hacer lo mismo, utilizar un argumento universal y reinventarlo a tu manera.
Ahora dale al play si quieres saber más sobre el argumento universal del ser desdoblado. Y déjame un comentario aquí o en mi canal de YouTube si tienes alguna duda o consulta.
Espero que este vídeo te sirva de utilidad y muchísimas gracias por verlo.
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