Muchas personas que empiezan a escribir fracasan. Esto es una realidad. Se quedan a medio camino, se dan por vencidos y dejan la escritura sin alcanzar sus objetivos. Seguro que hay tantas causas como aspirantes a escritores. Pero hay dos razones principales por las que creo que abandonamos nuestra pasión nada más empezar: las falsas expectativas y la falta de resiliencia para afrontar el fracaso.
Crearse falsas expectativas
Cuando empezamos a escribir todos queremos el Premio Nobel de Alice Munro; la carrera de calidad y reconocimiento de García Márquez; el éxito y el dinero de Stephen King o de J.K. Rowling… Queremos la punta del iceberg, solo lo que vemos. Pero no queremos lo que está oculto, lo que está por debajo de ese éxito final. Hay muchos años de trabajo, de esfuerzo, de perseverancia, de compromiso, de tiempo invertido en escribir, escribir y escribir. Y no hay atajos en la escritura. Así que si estás buscando el reconocimiento y el dinero inmediato, mejor dedícate a otra actividad. La buena noticia es que el fracaso no existe: la escritura es un proceso de aprendizaje continuo.
Falta de resiliencia
El concepto de “resiliencia” viene del latín “resilio” que significa “volver atrás, volver de un salto, rebotar”. El término procede del mundo de la ingeniería donde se refiere a la magnitud que cuantifica la cantidad de energía que absorbe un material al momento de romperse por un impacto. Para aterrizarlo en lenguaje no tan técnico, la psicología y las ciencias sociales definen la resiliencia como la capacidad de una persona de recuperarse frente a la adversidad para seguir proyectando el futuro, para sobrellevar situaciones como el fracaso. Como que te digan que “no” una y mil veces, cuando envías tu borrador de novela a las editoriales.
Vas a necesitar trabajar la resiliencia que tiene mucho que ver con la autoestima y con el propósito/objetivos de tu escritura. Sobre el tema de sobrellevar la adversidad, hay un libro maravilloso de Viktor Frankl, neurólogo y psiquiatra de familia judía que sobrevivió a varios campos de concentración, como Auschwitz, entre 1942 y 1945. Se titula “El hombre en busca del sentido”, es muy duro porque cuenta todas las penurias, enfermedades, privaciones, necesidades… que vivió hasta que fue rescatado del campo de concentración. Pero merece la pena leerlo.
Ahora dale al play y déjame en los comentarios si crees que hay más razones para abandonar la escritura nada más empezar el camino.
Espero que este vídeo te sirva de utilidad y muchísimas gracias por verlo.
Contenido relacionado:
0 responses on "¿Por qué fracasan los aspirantes a escritores?"