Contar las olas
¿Quién no se ha sentado alguna vez en la playa a contar las olas? ¿Y los segundos que tardan en romper en la orilla?* Vera, la protagonista de “La mecánica del agua” es una experta en contar olas, en desentrañar el mecanismo del agua, esa mecánica del fluido que erosiona las rocas y las convierte en arena blanca que tapiza las playas. Y así durante milenios, acción y reacción. Porque ya se sabe que después de la erosión siempre llega la calma y que el mar está sujeto a unas leyes enigmáticas como las que obligan a los seres humanos a reinventarse una y otra vez. A luchar por vivir cuando lo fácil sería dejarse arrastrar por la corriente en un planeta cuajado de cobardes, corruptos y mentirosos.
No hay señales luminosas o carteles de dirección en el mar ni en el cielo. Y Vera solo podrá valerse para este viaje de una brújula que siempre apunta al sur. Con ella y con su perro Kantiano, un teckel con cuerpo de salchicha, emprenderá la huida de su país, Argentina, que se ahoga en un nuevo corralito, que ha dejado de hablar de crisis para decir “estado natural de las cosas”. Vera abandona la patria (¿qué es la patria y hasta dónde hay que serle fiel?), abandona a Darío, un amor cobarde que nunca se decidirá a dar el paso definitivo y se abandona a sí misma a la melancolía, a vivir en el pasado como apunta el epígrafe de la novela:
“Escribimos para recordar lo que hemos perdido/Cada palabra es póstuma”, Anise Koltz.
* Por cierto, si nunca has contado olas, no sabes lo que te pierdes.
Nadar hacia la vocación
Vera no solo emprende un viaje de huida a España. También es un periplo de búsqueda. Busca un libro, desaparecido de Argentina tras el nuevo colapso, un libro que la salve de la autodestrucción. “Encontrar un búnker de papel y letras donde pueda esconderse de los políticos, de los muertos inocentes, del clamor del pueblo, de las mentiras del gobierno, de las promesas de Darío”. Y busca poder dedicarse a su vocación, la literatura. “Elegir la literatura ya que no puedo elegir la realidad”. Pero, ¿cómo una “sin papeles” podrá demostrar su talento más allá de trabajos precarios en negro? Barcelona no es Buenos Aires, ni siquiera el idioma es el mismo.
Aunque la nueva ciudad parece que se rompe bajo sus pies, en Barcelona está la editorial del libro que Vera busca, de ese salvavidas que le permitirá despedirse del dolor, del agujero negro del pasado. En ella, el editor Eliseo Mussol se refugia de una rabia antigua y conocida, de tres muertos en la memoria que le arrastran hacia el acantilado. Ambos personajes encontrarán en la palabra ese bote que les permita contar su relato porque “Eliseo se da cuenta de que, como él, Vera también tiene necesidad de explicarse. De relatarse”. ¿Podrían estar inventándose el pasado? Sí. ¿Podrían mentir? También.
Remar a favor del viento
“La mecánica del agua” es también una historia sobre la amistad incondicional de Nil, un escritor novel que ayuda a Vera a remar hacia el futuro; sobre el fracaso o más bien sobre la necesidad de no fracasar; sobre el resurgimiento de las cenizas; sobre el amor (“…el amor es incómodo, feroz, inaplazable.”); sobre el deseo (“…el deseo detiene el mundo externo porque todo quema dentro. Todo arde dentro.”); sobre el miedo que siempre (siempre, siempre, siempre, repite conmigo…) supera al amor, salvo en la factoría Disney. Pero, ayyy amiguit@s, esta novela es la realidad, aunque sea lo suficientemente universal para trascender e impactar en el lector.
Dicen que dijo Kafka:
“Un libro debe ser el hacha que rompa el mar helado dentro de nosotros. […] Si el libro que estamos leyendo no nos obliga a despertarnos como un puñetazo en la cara, ¿para qué molestarnos en leerlo?”.
Me alegro de que esta novela me haya apuñalado. Definida como autoficción, signifique lo que signifique, utiliza una estructura fragmentada como el pensamiento y un hilo lírico que hilvana toda la trama. Narrada en una tercera persona que, con toda probabilidad la autora utiliza para tomar distancia de lo contado, pero que en la mente del lector es una voz en primera con todas sus consecuencias. Y un estilo, para mi gusto el mayor acierto, cargado de emoción, de metáforas brillantes, de lenguaje sensorial certero y afilado (“Lila era lavanda./Virgilio, madera./Mateo, tiza”). Casi poesía. Y ese final… Pero ya he contado demasiado.
Solo me queda decirte que si vas a leer “La mecánica del agua”, coge lápiz porque te vas a hartar de subrayarlo que es lo mejor que le puede pasar a un libro.
Extras
Te gustará si…
– Adoras los relatos “inspirados en hechos reales” pero con espíritu de trascendencia.
– Eres fan de los estilos potentes y las voces peculiares.
– Las historias de resurgimiento y superación te ponen.
– Buscas una novela diferente y con mucha personalidad.
– Quieres que un libro te estruje el alma y la tire contra la pared.
– Crees que la LITERATURA (mayúsculas, negrita, ¡ojo!) existe.
Sinopsis de la contraportada
Argentina se colapsa bajo el peso de la economía y se ahoga en la densidad de los gases lacrimógenos. Sin embargo, Vera no se abraza al patriotismo para salvarse del naufragio, todo lo contrario, detesta este país que ha dejado sin libros a su patria imaginada: las librerías. Y decide huir con una brújula que no funciona junto a su perro Kantiano, el único ser vivo que no la ha abandonado en esta parte del mundo.
De todos es sabido que hay más de una Barcelona: la Barcelona de Vera, la del recién llegado que sobrevive a merced de la suerte; la Barcelona de Eliseo, editor prestigioso que aparentemente lleva una vida cómoda y aburguesada, y quien también, en su día, decidió romper con su destino. Tal vez por este motivo le concede una oportunidad a Vera, como si, indirectamente, se la concediera a sí mismo antes de que sea demasiado tarde.
Dos ciudades, dos culturas, dos maneras de entender la vida y la literatura. Y un puente hecho de libros.
«Un relato maduro sobre la migración, la vocación y el legado. Un relato autobiográfico inspirado en hechos reales pero con ambición de trascender», Jorge Carrión
Sobre la autora
Silvana Vogt (Morteros, Argentina, 1969) estudió Filosofía y ejerció de periodista radiofónica antes de que el cisma económico de su país la empujara hacia una ciudad del norte, desconocida pero con rastros literarios. En Barcelona, tras sobrevivir con varios empleos, se vinculó al mundo de los libros trabajando como lectora editorial, columnista en prensa gratuita y emisoras de radio y, finalmente, como librera en Cal Llibreter, en Sant Just Desvern.
Ficha técnica
La mecánica del agua · Autora: Silvana Vogt
Editorial EntreAmbos · Barcelona
Colección: Narrativa, 11 · Primera edición: febrero de 2019
ISBN: 978-84-16379-14-9 · 208 páginas · 17,00 €
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