Cuando se acerca el verano, los gimnasios se llenan de gente que prepara su cuerpo para la operación bikini (o bañador turbo). El objetivo es quitarse esos kilos de más, eliminar grasa corporal y convertirla en músculos para lucir en la playa o en la piscina.
En la escritura, también podemos hacer nuestra propia operación bikini de cara al verano. Porque esos meses de días libres, vacaciones y más relax, son perfectos para corregir y revisar el material escrito. Pero antes hay que haber escrito algo. Así que aprovecha las semanas anteriores para entrenar y poner en forma tu escritura.
En este vídeo-post te comparto cuatro recomendaciones para que hagas tu operación bikini con tu novela, libro de relatos, ensayo, o aquello que estés escribiendo. Y verás cómo vas a lucir en verano.
1. Ponte objetivos y un plazo para cumplirlos
Al igual que una persona que quiere preparar su cuerpo para el verano tiene que plantearse una serie de metas deportivas y nutricionales, en la escritura pasa lo mismo. El objetivo concreto, específico y medible puede ser terminar cuatro capítulos de tu novela, tres cuentos para tu libro de relatos, la primera parte de tu ensayo o tu libro de autoayuda… Lo que sea, pero tiene que ser realista y acotado en el tiempo. Si vas a comenzar tus vacaciones de verano, por ejemplo, el 15 de julio, esa puede ser una buena fecha para tener el material escrito. Toda aquella tarea que no calendarizas, se pierde en el tiempo.
2. Practica todos los días al menos una hora
Lo más importante de una operación bikini es la constancia y la perseverancia. Igual que si fueras una hora al gimnasio para poner a punto tu cuerpo, dedica esos sesenta minutos a escribir. Puede ser antes de que tus hijos se levanten o después de que se acuesten, en la hora de la comida en el trabajo, en el trayecto en autobús hasta tu casa… Pero ejercita el músculo de la escritura todos los días. Es la mejor forma de conseguir resultados.
3. Alimenta bien tu cerebro
Porque la operación bikini no solo se basa en el ejercicio físico, sino también en la dieta y los valores nutricionales que aportamos al cuerpo. ¿Cuál es el alimento del cerebro de un escritor? La lectura. Lee, lee y lee libros sobre el género que estás escribiendo para tomar ideas de otros autores. Los clásicos son también una fuente increíble de inspiración. Pero lee, por favor, es poco creíble que un escritor no lea, tanto como que un músico no vaya a conciertos o un pintor no haya pisado una pinacoteca en su vida.
4. Cuidado con el sobreesfuerzo
Todos los que entrenamos diariamente sabemos que hay un umbral de esfuerzo que no es conveniente traspasar. Si rebasas los límites, el cuerpo se agota y se quema. Para escribir hay que esforzarse, hay que sufrir un poco (nadie ha dicho que la escritura sea una tarea sencilla), pero procura no superar ese nivel en el que te sientas cansado de sentarte delante del ordenador o del cuaderno. De nada vale entrenar (o escribir) a tope durante una semana, si luego te sientes agotado y ya no continuas. Recuerda que en la escritura, la constancia y la perseverancia valen más que el mayor de los talentos.
Ahora dale al play si quieres más detalle sobre cómo hacer la operación bikini (o bañador turbo) en tu escritura de cara al verano. Y déjame un comentario aquí o en mi canal de YouTube si tienes alguna duda o consulta.
Espero que este vídeo te sirva de utilidad y muchísimas gracias por verlo.
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