Los que escribimos, tenemos tremendas ganas de sentarnos a escribir, de sacar adelante esa novela que nos obsesiona, de terminarla y enseñársela al mundo para que la lea. Pero hay una parte de nuestra mente que siempre encuentra alguna razón por la que todo esto suena fenomenal, pero luego dice: “esto no es para mí, es muy difícil y en mi caso, imposible”. La realidad es que nos ponemos mil excusas para no sentarnos a escribir. Esas excusas esconden miedos que debemos vencer. ¿Cuáles son tus excusas para no escribir?
En este vídeo te comparto las cuatro excusas clásicas que me ponen las personas que contactan conmigo y a las que ayudo en el proceso de escritura. Cada una de ellas encierra un miedo que afrontar. Si conoces la excusa, conocerás tu miedo y al revés. ¿Quieres saber qué miedos esconden y cómo superarlos?
– No tengo tiempo. O también “Ahora no es mi momento”. Esta excusa, que me encanta, porque una de las obsesiones de mi vida es el tiempo, esconde el miedo clásico de enfrentarnos a la página en blanco o a ese capítulo de la novela que se me ha atascado o a esa escena del relato que no sé continuar. Es el miedo al bloqueo que intentamos racionalizar dedicándonos a otras cosas: a limpiar la casa, fregar los cacharros, sacar al perro, “inspirarnos” en las redes sociales… Todo sea por procrastinar y no poner acción. Se supera organizando el tiempo en fracciones pequeñas, por ejemplo, dedicar solo media hora al día concentrada, o varias horas el fin de semana. Solo a ESCRIBIR.
– No tengo dinero para seguir formándome. Esta excusa encierra el miedo a no estar a la altura, a no dar la talla como escritor/a y sentir la necesidad de formarse hasta el vómito. Es cierto que hay que formarse, aprender técnicas y hábitos de escritura, apuntarse a un taller para compartir con tus compañeros la pasión por la escritura y enseñarles tus textos. Pero hay mil recursos gratuitos en internet y un montón de formaciones con unos precios más que asequibles. No hace falta que inviertas un pastón.
– Mi círculo familiar o mi pareja o mis amigos no me apoya. Este razonamiento mentiroso esconde el miedo a la no aceptación social. Estamos necesitados de reconocimiento social aunque no sea de forma consciente. Frases como “los escritores se mueren de hambre”, “no me dedicas el tiempo necesario o toda la atención que requiero porque estás con tus tonterías de escribir”, “haz algo útil y déjate de juntar palabras”… que en ocasiones nos dicen nuestros familiares y amigos, probablemente para protegerse de sus propios miedos, pueden hacer que dejemos la escritura. La realidad es que tendrás que enfrentarte a esa conversación incómoda con tu pareja o familiares y decirles que te apoyen o no, vas a seguir escribiendo porque es lo que quieres hacer. No necesitas el reconocimiento social para desarrollar tu pasión.
– No pasa nada si no escribo. Esta es la excusa más peligrosa, intentar autoconvencerte de que no pasa nada si no escribes. “Si tengo un trabajo que me encanta, una familia maravillosa…¿para qué me voy a complicar la vida?”. Esta razón esconde el miedo a no brillar, a no destacar, a no ser “un bicho raro”. Es la excusa del conformista y del mediocre, por eso me parece la más peligrosa de todas, no solo para la escritura sino para la vida en general. Estoy convencida de que al final de tu vida solo te arrepentirás de lo que no has hecho. Y solo hay una manera de saber lo que te gusta hacer en la vida: deja de hacerlo por un tiempo. Si no puedes dejar de hacerlo, escribirás toda la vida por mucho que te autoengañes con la frase “no pasa nada si no escribo”. Hazte un favor, no te conformes.
Ahora dale al play para conocer más en profundidad cuáles son tus excusas para no escribir, qué miedo esconde cada excusa y cómo afrontarlo. Si se te ocurre alguna excusa más, por muy peregrina o loca que te parezca, por favor compártela en los comentarios.
Espero que este vídeo te sirva de utilidad y muchísimas gracias por verlo.
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8 responses on "¿Cuáles son tus excusas para no escribir?"
Me ha encantado, Nuria, has dado en el clavo 🙂
Yo me pongo varias, sobre todo la primera y ¡horror!, la última… En general me da por pensar así cuando estoy cansada o frustrada por alguna cosa. Te voy a añadir otra excusa, también fea y peligrosa: ya he escrito, o sea, ya tengo un libro, en plan, he cumplido. Pero no. Algo al final hace que no valga ninguna excusa y vuelva a escribir, como tú dices… sin pensarlo mucho.
¡Abrazos!
¡Hola Almu! La de excusas que nos inventamos. Es cierto lo que cuento en el vídeo, una vez limpié todas las lámparas de mi casa solo por no enfrentarme a continuar un relato :-))))) La última excusa es peligrosísima para la vida en general, es la excusa que nos hace conformistas y mediocres. ¡Cuidadín con esa! Y sí, conozco de primera mano la excusa que comentas de “ya he cumplido con el planeta y he publicado un libro”. Esa también es muy perversa. Mil gracias por tu comentario y ponte un abrazo enorme!
Que pasa si no sé bien como generar misterio, de generar subtexto, hay algún tipo de ejercicio o preguntas que me puedo hacer para que el relato sea algo más que simple descripción de una acción y más en un relato corto?
¡Hola Juan Pablo! No hay ejercicios específicos sobre subtexto. El secreto está en leer, leer y leer a los autores que trabajan este tema, por ejemplo Raymond Carver, John Cheever, Lorrie Moore, Alice Munro…En definitiva, los grandes maestros del relato. Y escribir, escribir y escribir, practicar es la única forma de avanzar. No hay fórmulas mágicas. Muchas gracias por tu comentario y saludos.
¡Hola Nuria! Gracias por dedicarle tu tiempo a la motivación de otros. Eres una persona muy admirable y la única que me llegó a pegar la bofetada sobre la cantidad de cosas que nos decimos a nosotros mismos para no hacer lo que nos gusta.
Me quedo con la excusa del síndrome del tallerista, muchas veces me siento ignorante y realmente no sé cuando me voy a sentir satisfecha, incluso ahora en cuarentena, teniendo tanto tiempo no he podido comenzar a escribir.
Un abrazo grande para tí.
¡Hola Josefa! Muchísimas gracias por tu comentario. Tus palabras me animan a seguir compartiendo contenido sobre mi pasión: la escritura. Las excusas y miedos que nos ponemos para no escribir están en nuestra mente, todo nos lo decimos nosotros mismos. El secreto está en cambiar nuestro relato, en contarnos que somos capaces, que podemos hacerlo. Y poco a poco empezar a practicar, un día una palabra, al siguiente dos… Y así. Practicar y practicar hasta que se convierta en un hábito. La perfección no existe, la insatisfacción siempre va a estar presente. Pero que no te paralice. Escribe. Cuídate y ponte un abrazo enorme.
Hola Nuria, como siempre tienes un tema muy interesante y en el cual no había parado a pensar mucho… has dado en el clavo con mis excusas y los miedos que esconden detrás de ello, te agradezco por este material tan valioso.
¡Muchísimas gracias por tu comentario! Me alegro de que te resuene el tema y te resulte útil. ¡Seguimos! Un abrazo.