¿Cómo dejar de comparar tu escritura con la de otros?
En mis talleres de escritura creativa he detectado que algunos alumnos tienden a compararse con los/as autores/as de los relatos que leemos en clase. Eso les lleva a la inacción, a la parálisis porque piensan que nunca escribirán como ellos y se sienten frustrados. Entonces, ¿cómo dejar de comparar tu escritura con la de otros?
En este vídeo-post te comparto una reflexión para dar luz al tema espinoso de la comparación y te doy dos antídotos para hacer frente al veneno de la envidia.
Tu escritura no tiene comparación, eres único/a
La realidad es que compararse con escritores que han ganado un Nobel o llevan toda su vida escribiendo conduce a la envidia y a la insatisfacción. Hay que tener en cuenta que solo estamos viendo el resultado, pero ¿cuánto tiempo le ha llevado a ese autor darle forma a su texto? ¿Cuántas horas corrigiendo y revisando? No puedes comparar tu camino con el de nadie porque eres único e irrepetible y tú debes encontrar tu propia forma de escribir y tus lectores.
El problema es que solo queremos el resultado, pero ¿estamos dispuestos a poner el esfuerzo, el tiempo y la dedicación necesarios para conseguirlo? Es como el que quiere bajar de peso, pero no quiere cambiar sus hábitos alimenticios, ni quiere ir al gimnasio porque es muy cansado. Quiere conseguirlo desde el sofá de su casa, viendo Netflix y comiendo patatas fritas. Así no funciona esto, primero tienes que poner la acción y luego obtendrás el resultado. En la escritura como en el resto de facetas de la vida.
El lado positivo de la comparación
El lado positivo de la comparación es que nos puede servir como acicate, como disparador para actuar intentando emular a esos escritores que nos gustan y sacando el mejor partido de lo que han escrito antes que nosotros. Leer a otros sirve para exprimir su literatura, para aprovechar lo que te resuena teniendo en cuenta lo que tú escribes y pasar a la acción.
Si la comparación no te lleva a moverte y a enriquecerte, si cristaliza en la envidia, terminarás en el lado “oscuro”. Así surgen los haters y trolls en Internet, personas insatisfechas que nunca han escrito nada, pero que critican y se quejan por todo.
Es como cuando pasamos horas en Instagram viendo la vida de los demás, comentando y comparándola con la nuestra. Pero, ¿sabemos en el fondo qué hay detrás de esa foto? ¿Cuánto tiempo habrá tardado en hacerla? ¿O cómo realmente se siente esa persona? Es igual que pensar que porque un relato o una novela están publicados, ha costado escribirlos un ratito corto. ¿Somos conscientes del esfuerzo y del trabajo que ha tenido que poner ese escritor para desarrollar su historia? ¿Cómo dejar de comparar tu escritura con la de otros?
Dos antídotos contra la envidia
Frente al veneno de la envidia que genera inacción, está el antídoto de la gratitud. Dar las gracias a los autores/as que te gustan por haber escrito una historia que te ha emocionado, ayuda a avanzar y a querer “imitar” su escritura. Lo mismo ocurre cuando en las Redes lees artículos que te resuenan. Ser agradecido nos hace dejar de mirarnos tanto el ombligo.
Otro antídoto frente a la envidia es cultivar una mentalidad de éxito frente a una mentalidad de escasez. Pensamos que el talento es escaso, que si otro “triunfa” y le van bien las cosas, eso va a mermar mi propio éxito. Todos tenemos talento, somos únicos e irrepetibles y se trata de encontrar cómo desarrollarlo para llegar a los lectores que resuenan con nuestra escritura.
Ahora dale al play si quieres saber más sobre cómo dejar de comparar tu escritura con la de otros. Y déjame un comentario aquí o en mi canal de YouTube si tienes alguna duda o consulta.
Espero que este vídeo te sirva de utilidad y muchísimas gracias por verlo.
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